Monday, April 12, 2010

Petróleo, carbón, desarrollo y pueblos indígenas: En la búsqueda de una solución pacífica

 Este artículo es una versión en español del artículo "Oil, coal, development and indigenous people: In the search for a peaceful settlement", escrito originalmente en inglés para Th!nk3: Developing World.

Según datos oficiales, hay veinticuatro diferentes pueblos indígenas dentro del territorio venezolano, y la población indígena está formada por alrededor de 300.000 personas, según cifras del año 2001. La población indígena está presente en todo el territorio, pero su mayoría vive en el estado Zulia. La Constitución venezolana reconoce sus derechos ancestrales sobre las tierras que han habitado desde antes de nuestra independencia.
Por otro lado, vivimos en un país cuya economía es sobre todo (por no decir exclusivamente) petrolera, y nuestra área más importante de explotación petrolera, por mucho, también se encuentra ubicada en la frontera entre Colombia y el estado Zulia, y también hay minas de carbón en esa zona, llamada La Península de la Guajira, donde habita el pueblo wayuu. Según UNICEF, la Guajira ocupa el segundo lugar entre los lugares más pobres en América Latina, justo después de Haití. Los Wayuu, siendo el grupo indígena más grande de los 24 mencionados (ya que representan alrededor del 54% del total de población indígena del país), no tienen un acceso estable al agua potable, sufren de una tasa excesivamente alta de mortalidad infantil (de dos a tres niños mueren todos los días de desnutrición), y carecen de escuelas bien abastecidas, centros de salud y hospitales. Además, la explotación del petróleo ha tenido un terrible impacto ambiental, dañando aún más las condiciones de vida de este grupo indígena. Las enfermedades debidas al agua contaminada son materia cotidiana, y el desarrollo agrícola se ha convertido en imposible, ya que la escasez de agua no permite que se cultive.

El poder de uno, en este caso, una actriz.

 Patricia Velásquez es una modelo y actriz de ascendencia wayuu, quien se ha presentado en pasarelas de París, Milán y Nueva York, y también ha aparecido en varias películas, como La Momia. En 2002, Patricia fundó la Fundación Wayuu Taya -una organización sin fines de lucro, cuyo objetivo es, según su página web, "ayudar a mejorar la vida de los pueblos indígenas de América Latina, manteniendo y respetando sus tradiciones, cultura y creencias-. Ellos han -obviamente- dado inicio a sus actividades en la región Maya, con el objetivo de ayudar a la población wayuu en su lucha contra la pobreza.
 
El Proyecto Techo.
El programa principal que la Fundación Wayuu-Taya ha creado, se llama El Proyecto Techo, que es un centro (un centro de vida, dicen) que comprende "un hospital de cuidado ambulatorio, un preescolar con una clínica de alimentación, y un centro de mujeres, donde se les enseña a generar recursos haciendo artesanías y manteniendo su cultura ". El objetivo, como se puede ver, es ayudar a las mujeres para crear trabajo sustentable, respetando y confiando en su propia cultura y artesanías. (Tienen una tienda en su página web, y uno puede ver las increíbles bolsas, llamadas Susu, que las mujeres wayuu fabrican).

Shukumajaya significa comienzo.
  
Esta foto pertenece a la Fundación Wayuu Taya: es el primer Techo que han construido en la Goajira, y esas son las mujeres indígenas que tejen estas bolsas simplemente extraordinarias:


Esta se llama "Amanee", que significa "bondad", y estas asombrosas, asombrosas mujeres, tardan veinte días en elaborar una de ellas.

Ok, la charla de chicas termina aquí. Lo prometo.


La Fundación Wayuu Taya también ha construido cinco aulas, donde no había escuela antes, y los niños asistían a clases bajo un grupo de árboles, y ahora hay 310 estudiantes que asisten a esa escuela. Dentro de sus programas, se provee a los wayuu, con educación, sanidad, y formación para la nutrición (para ayudar a reducir las altas tasas de mortalidad por desnutrición). A las mujeres se les enseña a lograr un trabajo sostenible a partir de sus propias artesanías, y a los niños se les enseña a leer y escribir en español y wayunaiki. La Fundación tiene muy claro que con el fin de ayudar a la población indígena, el primer paso es respetar y reconocer su cultura, religión y creencias, hacer un equipo con ellos y trabajar en cooperación, en lugar de tratar de imponer formas de pensamiento occidentales.

¿Quieres saber más? Visita  http://www.wayuutaya.org

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